Nosotros

Gianfranco Dominici llegó al Perú desde Milán, cuna de Dino Risi, Stefano Gabbana, Silvio Berlusconi y su querido equipo el Milán Fútbol Club.  Llegó y se enamoró del Perú, de su gente, de su comida, pero sobretodo de la cantidad de oportunidades que un hombre con una visión podría desarrollar. Y desarrollo era lo que faltaba en el Perú de los 80’s.

Abrió su primera tienda en Miraflores, donde vendía ropa importada de grandes marcas italianas, hasta el cierre de las importaciones durante el gobierno de Alan García. Esto lo llevó a buscar un nuevo rumbo. Rumbo que lo llevó a conocer el mundo de los helados que lo hizo viajar a Italia en busca de asesoría ya que era algo totalmente desconocido para él. Fue así como nació la famosa Heladería 4D en el año 1985.

Heladería que al poco tiempo decide vender y colocar todo el dinero de sus ahorros en el Banco Nuevo Mundo, banco que a los 2 meses cierra y lamentablemente pierde todo.  Estos acontecimientos no detuvieron a Gianfranco, por el contrario, lo motivaron a buscar nuevos negocios. Así que con dinero prestado decide comprar una máquina de café y es así como abre una cafetería y finalmente nace Gianfranco Caffé.

Gianfranco Caffé nace el 9 de agosto de 1999, donde Gianfranco decide mostrar y enseñar a los peruanos el verdadero estilo de la clásica y sencilla comida italiana. Preparadas con ingredientes de calidad, a los que no le agregan químicos, aderezos ni usan productos enlatados. Su pomodoro se hace a diario solo con tomates y albahaca fresca. El ambiente del café es agradable y rememora su querida Italia, en el cual también se puede disfrutar de un buen café y helados preparados con productos naturales y sin conservantes.

El servicio que se ofrece en Gianfranco Caffé es de calidad, con varios ambientes para poder disfrutar plenamente los productos, sin embargo, para poder disfrutar del café al máximo Gianfranco Dominici recomendaba tomarlos en la barra. También es un lugar para poder trabajar acompañado de una buena copa de vino o un café espresso preparado con una técnica envidiable. El café que se ofrece en Gianfranco es 100% peruano, traído de Jaen, Cusco, San Martin y Rodriguez de Mendoza (Amazona) encargándose de todo el proceso.

Dos años le tomó llegar a esa mezcla que es preparada con cuatro clases de café como mínimo, totalmente peruano. Gianfranco es de los pocos que tuesta el café en su local.  Antes esta labor era confiada a terceros, pero era muy comoplejo mantener un estándar permanente de calidad, por ello decidió abocarse a la labor logrando vender un aproximado de 800 tazas de café diarias solo en el local principal. Todo ello lo llevó a ser el principal exponente de uno de los mejores cafés que se brindan en Lima y por qué no decirlo, en el Perú.

Gianfranco nos dejó un 11 de noviembre del año 2016, pero también dejó un legado que perdura, donde se mantiene la escencia, mistica, las enseñanzas y sobretodo la búsqueda de la calidad. Gianfranco Dominici era irreverente y controversial, pero con un gran corazón. Sus frases eran confrontacionales y a la vez cargados de ironía, y por eso muchos lo querían. Pero quedan en el recuerdo frases como:

“Hacer el trabajo bien, aunque te tome más tiempo siempre será más rápido”.

“Brindar un producto bueno al cliente es ser honesto, porque él te paga con dinero bueno, no falso”.

Gianfranco fue un luchador, un emprendedor y un visionario pero sobre todas las cosas era una persona constante y valiente capaz de asumir retos nuevos, convencido en respetar la calidad sobre el precio, la amistad sobre el interés y la verdad ante todo. Y son estos principios los que llevamos en cada plato, en cada taza de café y en cada saludo.